

Lo que fue, eso será;
lo que se hizo, eso se hará.
Nada nuevo hay bajo el sol.
(Eclesiastés, 1.9 )
Todo vuelve a empezar y nada hay nuevo bajo el sol; el hombre no cambia aun cuando cambien sus hábitos y las palabras de su lengua. Los hombres revolotean alrededor de la mentira como las moscas alrededor de un panal de miel, y las palabras del narrador embalsaman como incienso, pese a que esté en cuclillas sobre el estiércol en la esquina de la calle, pero los hombres rehúyen la verdad.
(…)
En su maldad, el hombre es más cruel y más endurecido que el cocodrilo del río. Su corazón es más duro que la piedra. Su vanidad, más ligera que el polvo de los caminos. Sumérgelo en el río; una vez secas sus vestiduras será el mismo que antes. Sumérgelo en el dolor y la decepción; cuando salga será el mismo de antes. He visto muchos cataclismos en mi vida, pero todo está como antes y el hombre no ha cambiado. Hay también gente que dice que lo que ocurre nunca es semejante a lo que ocurrió, pero esto no son más que vanas palabras. Seguir leyendo “NADA HAY NUEVO BAJO EL SOL”