Entérate de lo que eres y sé lo que eres (Píndaro)
Conócete a ti mismo (inscripción en el frontón del templo de Apolo, en Delfos)
El Eneagrama no solo es un sistema de clasificación de la personalidad, sino también un instrumento para el autoconocimiento, para entender el porqué de nuestro comportamiento y para avanzar en el autoperfeccionamiento.
A pesar de las críticas de falta de rigor científico, el Eneagrama es progresivamente más aceptado. Sus relaciones con otros sistemas de clasificación de personalidad son cada vez más amplias, así como su incorporación a sistemas terapéuticos. Por ejemplo, tiene relaciones con la Terapia Gestalt, la Programación Neurolingüística (PNL)…
El Eneagrama establece nueve tipos (eneatipos) o estilos de personalidad. Su símbolo es una estrella de nueve puntas en el vértice de la cual se aposentan los nueves eneatipos básicos. Se suele hablar de una persona como de un Uno, Tres, etc. si reúne las características principales de ese eneatipo.
Los vértices de la estrella han sido utilizados para colocar en ellos diferentes aspectos relacionados con cada eneatipo. Por ejemplo, a veces se coloca el “pecado”, “vicio” o pulsión negativa que suele caracterizar a cada tipología (el Uno sería la ira, el Dos el orgullo y así sucesivamente). También suele colocarse en los vértices del polígono el rasgo más relevante del eneatipo, o su evasión o evitación (el Uno evita cólera, el dos la necesidad…)
Los fundamentos que conforman la clasificación tipológica del Eneagrama han ido progresivamente perfeccionándose con sucesivas aportaciones. En su forma más básica, las personalidades se configuran en relación a dos variables: el autoconcepto o sensación mental interna (Superior a, Igual a, Inferior a) y la capacidad empática (antipático, apático, empático). Se obtiene así nueve tipologías (3×3) de individuos. Gráficamente:
Otras dos variables utilizadas para establecer los eneatipos son el centro energético y la tendencia de la atención. Cada centro energético tiene relación con una parte del cuerpo. Los tipos del centro cordial (Sentir), o referente al corazón, relacionado con emociones y sentimientos, procuran establecer relaciones cordiales y sería la tríada 2, 3, y 4. Los cerebrales o racionales (Pensar), más fríos, forman la tríada 5, 6 y 7. Finalmente, los viscerales, instintivos (Hacer), con tendencias a la impulsividad y a reacciones coléricas, serían el 8, 9 y 1.
Dependiendo del modo de gestionar su energía, o de el encauzamiento de la atención, cada uno de los grupos anteriores (cordial, visceral, racional) se divide en tres subtipos: los introvertidos, volcados en su mundo interno y sus necesidades, se corresponderían con los eneatipos 1, 4 y 5; los extrovertidos, más atentos a su entorno y a las personas que le rodean, serían los 2, 7 y 8; por fin, los centrovertidos tratan de conciliar ambas tendencias y a ellos pertenecen los eneatipos 3, 6 y 9.
Es decir:
UNO: Visceral – Introvertido
DOS: Emocional – Extrovertido
TRES: Emocional – Centrovertido
CUATRO: Emocional – Introvertido
CINCO: Racional – Introvertido
SEIS: Racional – Centrovertido
SIETE: Racional – Extrovertido
OCHO: Visceral – Extrovertido
NUEVE: Visceral – Centrovertido
Cada uno de los nueve tipos tiene tres variantes, relacionadas con tres instintos básicos que dirigen el comportamiento humano: el instinto de conservación (supervivencia y bienestar), el instinto sexual o de relación (persona a persona) y el instinto social (relaciones con los demás y con el mundo en general). Estas variantes vienen condicionadas por la naturaleza biológica del individuo y por sus experiencias personales, sobre todo en la infancia. De esta manera, nos encontramos con veintisiete tipos de personalidad.
Existen otros elementos que ayudan a determinar la tipología: las alas y las flechas. Entendemos por alas a los eneatipos anexos a uno determinado (por ejemplo, las alas del 1 son el 9 y el 2). Como ninguna personalidad es totalmente pura, cada eneatipo es susceptible de tomar matices o características, positivas o negativas, de sus alas. Así para un Dos sus alas serán el Uno y el Tres. Si el ala Uno es muy fuerte, el comportamiento estará muy mezclado con matices de Uno, que es ordenado, serio y estructurado; si, por el contrario, es más influyente el ala Tres, adquirirán más peso los rasgos de extroversión, vanidad.
En el diagrama se observa como cada tipología se conecta con otras dos a través de flechas, cada una en sentidos diferentes. La flecha entrante indica el eneatipo del cual tomamos actitudes positivas cuando nuestro estado anímico es tranquilo, armónico, en paz; la otra flecha que sale señala el eneatipo del cual tomamos actitudes negativas en caso de estar tenso, ansioso, estresado (salidas «buena» y «mala»).
Existen tests que ayudan a encontrar el eneatipo al que pertenece una persona. Riso y Hudson han elaborado tres cuestionarios. El más rápido, el TRIE Riso-Hudson (Test Rápido de Identificación del Eneagrama), se hace en menos de cinco minutos y tiene alrededor del 70% de certeza. El ITA Riso-Hudson (Identificador del Tipo según Actitudes), concreto para cada tipo, consta de un conjunto de quince afirmaciones muy características del tipo de personalidad que se está considerando. El más completo, test RHETI (Riso-Hudson Enneagram Type Indicator), suele hacerse en unos 45 minutos y consta de 144 pares de afirmaciones debiendo elegir obligatoriamente la afirmación que mejor nos describe; tiene una precisión de sobre el 80%.
Descripción breve de cada uno de los eneatipos:
ENEATIPO 1 (llamado el perfeccionista, el reformador, el juez)
Centro y dirección de la atención: Instinto o Acción. Tendencia a la introversión.
Pulsión negativa: Ira.
Evasión (lo que intenta evitar): Cólera.
Algunos rasgos: Es responsable, serio, ordenado, muy respetuoso con las normas sociales, estricto, defensor de las causas justas. Ético, le resulta difícil evadirse de analizar las cosas en función de la dicotomía bueno-malo, bien hecho-mal hecho. Siempre trata de hacer lo que está bien y espera lo mismo a los demás; insatisfecho, está preocupado porque las cosas nunca son como deberían ser. Frecuentemente antepone el deber al placer (el “yo deseo” claudica ante el “yo debo”). Trata de hacer las cosas lo más perfectas posibles y parece creer que salvo que sea perfecto no resulta aceptable. Se esfuerza por controlar sus reacciones, es poco espontáneo.
Vídeo: UNO
ENEATIPO 2 (llamado el ayudador, el altruista, el seductor, el buen amigo).
Centro y dirección de la atención: Emoción, sentimientos. Tendencia a la extroversión.
Pulsión negativa: Orgullo.
Evasión (lo que intenta evitar): Necesidad
Algunos rasgos: Muy servicial, le gusta ayudar a los demás y sentirse necesitado; su mensaje oculto es “te doy para que me quieras”. Da bastante importancia a las relaciones sociales, para él es muy importante la amistad. Ocupado por cubrir las necesidades de los demás, a menudo descuida sus auténticas necesidades. En su afán por ganar afecto, puede llegar a convertirse inoportuno, invasivo y posesivo.
Vídeo: DOS
ENEATIPO 3 (llamado el buscador de estatus, empresario, el ejecutor, el triunfador, el camaleón)
Centro y dirección de la atención: Emoción, sentimientos. Tendencia a la centroversión.
Pulsión negativa: Vanidad.
Evasión (lo que intenta evitar): Fracaso.
Algunos rasgos: Es competente, eficiente, seguro de sí mismo. Dinámico, adicto al trabajo, con mucha energía, socialmente brillante. Para él es muy importante la imagen que proyecta; le preocupa el “qué dirán”. Busca admiración, éxito, prestigio. Muy adaptable, no suele exteriorizar sus sentimientos, sobre todo los que pueden hacerle aparecer como vulnerable.
Vídeo: TRES
ENEATIPO 4 (llamado el emocional, el artista, el individualista, el romántico)
Centro y dirección de la atención: Emoción, sentimientos. Tendencia a la introversión.
Pulsión negativa: Envidia.
Evasión (lo que intenta evitar): Mediocridad
Algunos rasgos: Inclinado a la belleza y la estética, sensible, romántico, le gusta tener experiencias diferentes, intensas. A veces excéntrico, no le gusta la rutina y la vulgaridad. Se muestra dramático, intenso, teatral; sienten que sus tristezas o alegrías son descomunales. Puede cambiar repentinamente de humor o de sentimientos, sin explicación aparente.
Vídeo: CUATRO
ENEATIPO 5 (llamado el observador, el investigador, el científico, el experto)
Centro y dirección de la atención: Pensamiento o Racional. Tendencia a la introversión.
Pulsión negativa: Avaricia.
Evasión (lo que intenta evitar): Vaciedad.
Algunos rasgos: Analítico, le gusta investigar, comprender y acumular conocimientos; cuando le interesa un tema se vuelca en él y puede convertirse en especialista. Es espectador u observador más que participante; le cuesta comprometerse. Muy celoso de su intimidad, individualista, tiende a retraerse, es independiente y autosuficiente. Frío, le cuesta expresar sus sentimientos.
Vídeo: CINCO
ENEATIPO 6 (el leal, el simpático, el escéptico)
Centro y dirección de la atención: Pensamiento o Racional. Tendencia a la centroversión.
Pulsión negativa: Miedo.
Evasión (lo que intenta evitar): Transgresión.
Algunos rasgos: Responsable, trabajador, comprometido. Muy precavido y prudente, inseguro, le cuesta mucho tomar decisiones importantes, procura minimizar los riesgos. Todo lo cuestiona, es escéptico, desconfía de la gente que no es coherente entre lo que predica y hace. Duda mucho antes de actuar, le gusta las cosas seguras y previsibles. La autoridad le crea conflicto pudiendo optar por la sumisión o la rebelión.
Vídeo: SEIS
ENEATIPO 7 (el entusiasta, el epicúreo, el hedonista, el planificador, el optimista)
Centro y dirección de la atención: Pensamiento o Racional. Tendencia a la extroversión.
Pulsión negativa: Gula.
Evasión (lo que intenta evitar): Dolor.
Algunos rasgos: Es optimista, aventurero y soñador. Busca situaciones placenteras, nada bueno quiere perderse, es un “disfrutón”. Pero por otra parte, le cuesta afrontar las situaciones problemáticas de la vida, huye del dolor y del esfuerzo. Siempre está inmerso o planificando un sin fin de actividades (viajes, fiestas, nueva gente…). Le cuesta cerrar lo que ha empezado, es poco disciplinado y autoexigente; tiende a ser complaciente y benevolente consigo mismo. No le gustan los límites y sentirse atado a compromisos.
Vídeo: SIETE
ENEATIPO 8 (el jefe, el desafiador, el poderoso, el dominante)
Centro y dirección de la atención: Instinto o Acción. Tendencia a la extroversión.
Pulsión negativa: Lujuria.
Evasión (lo que intenta evitar): Debilidad
Algunos rasgos: Es visceral, asertivo, impulsivo, va al grano, se enfurece con facilidad. Dominante, muestra más desarrollada su faceta dura y agresiva en detrimento de la sensible; le gusta sentirse fuerte y poderoso. Protector de sus seres queridos, combativo. Si percibe cualquier injusticia, no le importa utilizar la fuerza y prescindir de límites normativos, sin considerar la culpa o el miedo.
Vídeo: OCHO
ENEATIPO 9 (el mediador, el pacificador, el tranquilo)
Centro y dirección de la atención: Instinto o Acción. Tendencia a la centroversión.
Pulsión negativa: Pereza.
Evasión (lo que intenta evitar): Conflicto.
Algunos rasgos: El “nueve” es bueno y conciliador. Empático, se esfuerza por situarse en el punto de vista de los demás y encontrar soluciones intermedias a los conflictos. En aras de la buena relación, evita confrontaciones, no entra en discusiones si le pueden traer problemas. Tiene propensión a la indolencia, le gusta la comodidad y la rutina y suele postergar las tareas y decisiones.
Vídeo: NUEVE
Para profundizar en las características de cada uno de lo eneatipos, pulsar aquí y aquí.
Evolución del estudio del Eneagrama
El símbolo del Eneagrama (no el estudio de los eneatipos) tiene una antigüedad aproximada de más de 2500 años a. C. De origen es desconocido, probablemente oriental, fue introducido en Europa, en 1920, por George Ivanovitch Gurdjieff. Gurdjieff utilizó el símbolo en relación con la doctrina del Cuarto camino.
El boliviano Óscar Ichazo, en los años cincuenta, integró el símbolo del eneagrama con el estudio de las personalidades. Ichazo proyecta en los vértices de estrella de Gurdjieff, los siete pecados capitales y añade el miedo y el engaño, completando las nueve pulsiones negativas del ser humano. Entre los nueve tipos de personalidad, establece relaciones, flechas, que explican la manera en la que nos comportamos bajo situaciones de estrés o relajación.
Claudio Naranjo, discípulo de Ichazo, en los años setenta adapta el eneagrama a los conceptos de la psicología moderna occidental. Por ejemplo, relaciona el miedo con lo que en la psicología actual se conoce como paranoia; la gula con narcisismo…
Sucesivamente se han producido más aportaciones enriquecedoras al Eneagrama como las de Don Richard Riso y Russ Hudson que han correlacionado el eneagrama con otras tipologías psicológicas y han creado cuestionarios para la identificación de los eneatipos. Don Riso aportó además el concepto de niveles de desarrollo, a través de los cuales una persona puede desplazarse al madurar o desintegrarse. Para cada eneatipo describe nueve niveles, tres sanos, tres promedios y tres insanos. Bob Ochs, jesuita, contempla el Eneagrama desde el enfoque católico. Helen Palmer y David Daniels lo han estudiado centrándose en el desarrollo de la intuición y la espiritualidad. Tom Condon relaciona el Eneagrama con la PNL (Programación Neurolingüística).
Para ampliar:
BARON, R. y WAGELE, E. El Eneagrama (Clave para las relaciones perfectas). Martínez Roca.
BEESING, M., NOGOSEK, R., O´LEARY, P. H. El Eneagrama (Un camino hacia el autodescubrimiento). Narcea.
RISO, D. R., HUDSON, R. La sabiduría del Eneagrama. Ediciones Urano
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